El día que fuimos a plantar ajos nos ayudaron varias mamás, sin su ayuda todo hubiera sido más difícil. ¡Muchas gracias por ayudarnos!
Aún así nos costó mucho hacer los agujeros del centro del bancal, porque no llegábamos y nos costaba mucho meter la rodilla en la tierra por si nos manchábamos.
Ahora pasamos a ver cómo van el crecimiento de nuestras semillas una vez a la semana. Tocamos la tierra para ver si necesita riego y observamos cómo han ido creciendo.
Nos hemos dado cuenta de que han crecido más que los bulbos del azafrán a pesar de haberlos plantado después.
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